“Los hacemos responsables de la seguridad e integridad de nuestros compatriotas”. Este fue parte del mensaje escrito por el ministro para Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, en respuesta a los señalamientos hechos por el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, luego de la muerte de una ciudadana ecuatoriana a manos de un venezolano.
Moreno anunció la implementación de un conjunto de medidas “para controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos en las calles, en los lugares de trabajo y en la frontera”.
Pronunciamiento que además ha sido rechazado por dirigentes políticos de esa nación como Gabriela Rivadeneira, actual asambleísta nacional y expresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador (entre 2013 y 2017), quien aseguró que Moreno “no representa la voz de los ecuatorianos”.
Arreaza fustigó los actos de xenofobia registrados en esa nación en contra de un grupo de connacionales, muchos de estos difundidos en las redes sociales, asegurando que desde el Gobierno de Ecuador se está “incitado una persecución fascista contra los venezolanos”.
La vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, se sumó a la exigencia hecha por el Canciller venezolano y pidió al mandatario ecuatoriano respetar los derechos humanos de los venezolanos. “La criminalización de origen nacional es una de las peores formas de xenofobia incitada por Lenín Moreno”.
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