La Revolución Cubana cumple 60 años: Maduro destaca dignidad del pueblo cubano

“60 años de sacrificios, luchas y bloqueo”, escribió el presidente de la República, Nicolás Maduro, en un mensaje publicado en su cuenta oficial en Twitter a propósito de conmemorarse un nuevo aniversario de la victoria de la Revolución Cubana.

 

El mensaje esta acompañado de la siguiente publicación:

Este 1º de enero la Revolución Cubana celebra su 60 aniversario. En el año 1959 se produjo un acontecimiento en el que culmina todo un proceso de insurrección popular desde la Sierra Maestra, donde se formó el ejército de obreros y campesinos liderado por Fidel Castro, desde el mes de diciembre del año 1956.

Ese mismo 1º de enero, a mediodía, llegan las tropas de Ernesto “Che” Guevara y de Camilo Cienfuegos a la mitad de la isla, para la hora ya se había fugado quien era presidente de Cuba, el dictador Fulgencio Batista. Ya entrada la madrugada de aquel 1º de enero este viajó a Santo Domingo (República Dominicana) con sus más allegados y es cuando comienza todo el proceso de toma del poder con la ocupación de las estaciones de policías y los cuarteles militares por parte de las fuerzas revolucionarias encabezadas por el Movimiento 26 de Julio ((M-26-7) y las fuerzas del 13 de marzo, fundamentalmente conformada por jóvenes universitarios, así como las fuerzas del Partido Socialista Popular.

Son esas tres fuerzas las que se unen desde el año 1958 y echan a andar la ofensiva revolucionaria que culmina el 1º de enero con la fuga de Batista. A partir de ahí se empiezan a generar las primeras transformaciones políticas, en todo lo concerniente al poder, a pesar de que Batista había dejado una junta militar para que esta se quedara al frente del país, Fidel Castro se percata de la situación y llamó a huelga general el mismo 1º de enero.

El llamado de Fidel Castro fue secundado por todo el pueblo, comenzando así todas las fuerzas revolucionarias a ocupar la isla.

Inmediatamente, Raúl Castro ocupó el Cuartel Moncada y en horas de la noche de ese 1º de enero Fidel baja de la Sierra y entra en Santiago de Cuba y declaró: “Esta vez, por fortuna, para Cuba la Revolución llegará verdaderamente al poder. No será como en el 95 que vinieron los americanos y se hicieron dueños de esto. Intervinieron a última hora y después ni siquiera dejaron entrar a Calixto García que había peleado durante 30 años, no quisieron que entrara en Santiago de Cuba. No será como en el 33 que cuando el pueblo empezó a creer que una Revolución se estaba haciendo, vino el señor Batista, traicionó la Revolución, se apoderó del poder e instauró una dictadura por once años. No será como en el 44, año en que las multitudes se enardecieron creyendo que al fin el pueblo había llegado al poder, y los que llegaron al poder fueron los ladrones. Ni ladrones, ni traidores, ni intervencionistas. Esta vez sí que es la Revolución”.

Plena vigencia de un triunfo

Esto es lo que le da plena vigencia a este Triunfo de la Revolución Cubana, apunta el internacionalista y politólogo cubano Ernesto Wong, quien rememora que la dictadura militar y feroz de Fulgencio Batista cobró la vida, en menos de cinco años, de 20 mil jóvenes, muchos de ellos sin ningún tipo de acción insurreccional, simplemente disentían de la dictadura.

“Fueron veinte mil almas que se perdieron en manos de estos sicarios y esbirros de la dictadura batistiana”, refiere Wong.

Sigue entonces – recuerda el internacionalista- un gobierno provisional que da pie a las transformaciones económicas, pues se toman una serie de fábricas abandonadas que estaban en manos de la clase política que estaba en el poder y más tarde, ya en el año 60, comienzan las nacionalizaciones de las empresas y comienza también el bloqueo de Estados Unidos (en Cuba), a raíz del Triunfo de la Revolución Cubana.

El también profesor rescata el significado del Triunfo de la Revolución Cubana para el pueblo de la Mayor de las Antillas; y es que represento esta victoria el empoderamiento del pueblo al vencer a un gobierno represivo y criminal que se instauró con el golpe de Estado de 1952, así como también significó una esperanza de tener un gobierno popular, ansiado desde los años 30 y siempre frustrado por el dictador Batista.

Fue así también una gran motivación de autoestima e identidad rebelde y antiimperialista como la de los independentistas que lucharon contra España. “Tanto que las primeras concentraciones con Fidel, los campesinos llegaban a La Habana a caballo con la ropa y sombreros de los mambises”, comenta el internacionalista.

Mientras tanto, para las fuerzas revolucionarias de América Latina, el triunfo significó una demostración de poder popular de que se podía vencer a un ejército bien armado si el pueblo se unía.

Se erigió como la confirmación del ideal revolucionario y que con este se lograba deponer un gobierno represivo y dictatorial.

Para el mundo socialista, el Triunfo de la Revolución[SdP1] representó un cambio de la correlación de fuerzas con un país y revolución rebelde victoriosa a solo 90 millas del imperio.

Wong agrega que fue una confirmación del ideal antimperialista y de la potencia que tienen los pueblos de vencer cuando tienen buen líder y luchan unidos, así como una posibilidad mayor de debilitar al sistema imperialista y seguir liberando pueblos del capitalismo.

Es así como el 1º de enero “se constituyó en una especie de símbolo de libertad y antimperialismo porque el imperio no pudo vencer a Fidel”, puntualizó Ernesto Wong.

La consolidación del proceso revolucionario cubano y su legado en Latinoamérica fue en parte el resultado de la política injerencista de Estados Unidos que, sin respetar los principios de la soberanía nacional y de la autodeterminación de los pueblos, no aceptaron los actos ni reformas políticas, sociales y económicas emprendidas por Fidel Castro tras el triunfo de la Revolución Cubana.

 

T/RNV WEB/Prensa Presidencial