El Partido de los Trabajadores (PT) rechazó este sábado la apertura de un nuevo proceso judicial contra los expresidentes de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, quienes son acusados por la presunta recepción de sobornos con dinero de la empresa Petróleo Brasileiro S.A (Petrobras).
El magistrado Vallisney Oliveira, de la Décima Sala Federal, admitió la acusación presentada en 2017 por el entonces fiscal general, Rodrigo Janot, sobre la supuesta participación de Lula y Rousseff en el “núcleo político” del PT que, según dijo, habría recibido 1.480 millones de reales (400 millones de dólares) procedentes de un desvío de las cajas públicas.
El resto de los acusados son la presidenta y senadora del PT Gleisi Hoffman; los exministros Antonio Palocci, Paulo Bernardo, Guido Mantega y Edinho Silva, así como el exadministrador del PT Joao Vaccari Neto. Los imputados deberán presentar su defensa por escrito en los próximos 15 días.
Ante ello, la Comisión Ejecutiva del PT señaló que la maniobra ejecutada contra exdirigentes de la organización política “no se sostiene ni con hechos ni con pruebas”. En este sentido, apuntó que la operación judicial es el resultado de un “delirio acusatorio” de Janot “sin ninguna base en la ley”.
La organización indicó que desde hace algunos años sectores partidarios del Ministerio Público y del sistema judicial persiguen al PT y a sus líderes con el objetivo de criminalizar al partido, sostiene un comunicado oficial citado por Prensa Latina.
“Trabajan cotidianamente para excluir al PT de la vida política brasileña, valiéndose de mentiras y del abuso de poder. Cometen, en colusión organizada y jerarquizada, un crimen contra la democracia, contra el derecho de libre organización política”, enfatizó.
En este sentido, el PT informó que denunciará la violencia de la que son objeto, y convocó al pueblo y a los demócratas a resistirse a la agresión.
T/AVN
