El presidente de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, planea firmar una orden ejecutiva que eliminará el derecho a la ciudadanía estadounidense para los bebés nacidos en Estados Unidos si sus padres no son ciudadanos o son inmigrantes ilegales.
La Decimocuarta Enmienda a la Constitución estadounidense reza: «Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del Estado en el que residen».
Algunos medios señalan que no está claro si el presidente tiene el poder de revocar la ciudadanía por nacimiento porque se puede tratar de un cambio de la Constitución, recoge Russia Today.
«Siempre me dijeron que necesitaba una enmienda constitucional. ¿Adivinen qué? No», subrayó Trump, quien agregó que puede hacerlo por orden ejecutiva.
Esta propuesta del magnate es la última escalada en la retórica antimigratoria de la Administración Trump justo antes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, que determinarán el control del Congreso.
La medida ha provocado que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) acuse al presidente de «sembrar división» e intentar «borrar» la Constitución, recoge por su parte el portal español El Confidencial.
«El presidente no puede borrar la Constitución con una orden ejecutiva, y la garantía de ciudadanía de la enmienda 14 es clara», denunció el director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, Omar Jadwat,
Las medidas que tiene previstas aplicar Trump se conocen un día después que La Casa Blanca anunciara que enviará alrededor de 5.200 soldados a la frontera sur con México para el fin de semana, con el fin de evitar el ingreso al territorio estadounidense del éxodo de migrantes provenientes de El Salvador y Honduras.
El presidente estadounidense Donald Trump ha calificado a los migrantes del éxodo como criminales, al tiempo que prometió recortar la ayuda a El Salvador, Honduras y Guatemala por no impedirles el paso.
El 19 de octubre miles de hondureños llegaron a la frontera con México, quienes luego de un bloqueo de policías en Guatemala lograron entrar al país azteca tras forzar entre empujones y gritos las vallas fronterizas, para así seguir un recorrido de cerca de 3 mil kilómetros con el objetivo final de llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, trayecto que durará cerca de mes y medio más, de ardua caminata.
La campaña de antimigración del gobierno estadounidense se efectúa previo a las elecciones legislativas que se realizarán en la nación el próximo 6 de noviembre, con las cuales se delimitará el control del Congreso.
T/AVN