El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, rechazó, mediante un comunicado, la «actitud injerencista e intervencionista» del gobierno de Emmanuel Macron, al apoyar la «tendenciosa» iniciativa de seis países americanos ante la Corte Penal Internacional (CPI), que intentan agredir a Venezuela.
Lea el comunicado del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores:
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela manifiesta su más contundente rechazo a la actitud injerencista e intervencionista del Gobierno de la República Francesa, al ofrecer su apoyo a la tendenciosa iniciativa de un grupo de gobiernos subordinados al gobierno de los Estados Unidos, que pretenden instrumentalizar organismos internacionales con la intención de agredir a Venezuela y generar un cambio de gobierno por la fuerza.
Venezuela considera como un acto de flagrante hipocresía que el gobierno francés exprese preocupación por la migración venezolana, cuando ese país es corresponsable de dramáticos e inhumanos flujos migratorios desde África, que luego se niegan a asistir y recibir. Atacar a Venezuela con fines populistas, como mecanismo para mejorar la desprestigiada imagen del Presidente Macron y su gobierno, se asemeja al mejor estilo racista de la ultraderecha francesa.
Venezuela y Francia comparten históricos vínculos sociales, económicos, políticos y culturales, alentados a través de los años a partir del respeto y la cooperación. La arrogante actitud asumida por el gobierno francés, impacta negativamente las buenas relaciones que ambos países han sostenido por décadas.
Los venezolanos y venezolanas enfrentan hoy las consecuencias de un brutal bloqueo unilateral impuesto por Estados Unidos lamentablemente auspiciado por la Unión Europea. Esta nueva muestra de injerencia del gobierno francés se suma a las agresiones recibidas desde Europa para tratar de aislar a Venezuela con la pretensión de agravar las condiciones económicas y sociales del Pueblo venezolano.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela exhorta nuevamente al Gobierno francés a no inmiscuirse en sus asuntos internos a través de tan notoria subordinación a la estrategia de Washington contra Venezuela, al tiempo que los invita a respetar los principios fundamentales del derecho internacional y la sana cooperación entre los países civilizados.