El reclamo de «Lula Libre» se extendió por todo el mundo durante los actos y marchas del Día del Trabajador. El exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es referente de la clase obrera en Brasil y en varios países debido a sus políticas de reivindicación laboral.

En Cuba y Chile, exigieron la libertad de Lula, quien se encuentra detenido en la sede de la Policía Federal de Curitiba, estado Paraná (región sur de Brasil), desde el pasado 7 de abril. La defensa del líder político asegura que es acusado sin pruebas de recibir un departamento a cambio de otorgar beneficios a la constructora OAS en contratos con Petrobras. Sin embargo, el inmueble permaneció formalmente bajo propiedad de OAS.

También en Ginebra, Suiza, exigieron la libertad de Lula da Silva, quien es precandidato para las elecciones presidenciales de octubre próximo, para las cuales figura como favorito en las encuestas.

Asimismo, en Costa Rica se movilizaron en contra de la detención del líder brasileño, cuya defensa asegura que su encarcelamiento busca apartarlo de la carrera electoral.

En Argentina, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, destituida mediante un golpe parlamentario, presentó el libro Lula: la verdad vencerá, publicado por Editorial Octubre, Página 12 y Clacso.

Rousseff se reunió también con la expresidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para hablar del retroceso social de los pueblos latinoamericanos por los ataques de la derecha.

Además en Brasil, los trabajadores salieron a las calles para exigir la liberación de Lula da Silva y reclamar sus derechos laborales, reducidos por el Gobierno de facto de Michel Temer.

La sentencia contra Lula da Silva, dictada por el juez Sergio Moro, fue de nueve años y seis meses de prisión, luego fue aumentada a 12 años y un mes. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) ha denunciado una persecución política en su contra para evitar su candidatura presidencial.

T/Telesur