La iglesia necesita acercarse a la gente

La Semana Santa, según la tradición de la Iglesia Católica, es un tiempo de reencuentro espiritual. Hay quienes acuden a la celebración de las eucaristías, representaciones del Vía Crucis, lavatorio de los pies, realizan la visita de los 7 Templos, la adoración de El Nazareno y algunos hacen ayuno el Viernes de Concilio, otros, por su parte, aprovechan el asueto para descansar o recrearse, lo que a juicio del padre Numa Molina, párroco de la iglesia San Francisco de Caracas, no quiere decir que se esté lejos de Dios.

“No hay que caer en moralismos”, dijo el párroco, para quien cualquier espacio es propicio para acercarse a Dios. “Si una persona va a la playa o a la montaña y se lleva una biblia o un buen libro y aprovecha para leer, meditar y reflexionar, eso de repente le vale mucho más que asistir a una liturgia multitudinaria, en la que todo es estrés, no hay silencio y todo se queda en la palabrería y los ritos”.

Para Molina la iglesia debe acercarse a la gente, pero un acercamiento sin prejuicios, por lo que aseguró que ha faltado iniciativa de parte de la iglesia y de sus pastores, ante la necesidad de abrir nuevos espacios en aquellos lugares donde la gente va a recrearse. “¿Cuánta gente iría a la misa, a encontrarse con el Nazareno, iría a celebrar la paz?¿Por qué desde el punto de vista religiosos no estamos más cerca de nuestra gente, montamos nuestra tienda?” se preguntó.

Durante su participación en el programa Encendidos, que transmite Venezolana de Televisión, el párroco comentó que para el turista que visita los pueblos andinos las iglesias se han convertido en una parada obligatoria, pero eso no sucede con quienes optan por visitar los destinos de playas, aunque “la gente sí está dispuesta a encontrarse con Dios”.

El entrevistado aprovechó la ocasión para exhortar al pueblo a cultivar la esperanza.“La esperanza no es una sala de espera, no es un lugar donde te quedas sentado esperando que acontezcan las cosas. La esperanza es un deseo provocado.”

Aseguró que se debe trabajar en este valor que en estos momentos está seriamente deteriorado .“No podemos convertirnos en los agua fiestas de la vida de un pueblo”.

 

Escuche al padre Numa Molina

T/RNV WEB