A principios de este mes, el parlamento chino votó a favor de abolir los límites del mandato presidencial, lo que le permite a Xi Jinping mantener el poder de forma indefinida.
Este sábado, los diputados de la Asamblea Popular Nacional –el parlamento de China– han reeligido de forma unánime al actual presidente, Xi Jinping, para un segundo mandato. La votación, de carácter secreto, se celebró en la quinta sesión plenaria de la 13° Asamblea Popular Nacional.
Asimismo, Xi ha sido nuevamente designado como el presidente de la Comisión Militar Central de China. De este modo, el presidente sigue manteniendo el liderazgo partidista, militar y estatal del gigante asiático.
La televisión central de China informó que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó a Xi Jinping por su reelección como presidente de la la República Popular China.
Xi Jinping, de 64 años, fue elegido por primera vez presidente –para un mandato de cinco años– en marzo de 2013. A principios de este mes, el parlamento chino votó a favor de abolir los límites del mandato presidencial, lo que le permite a Xi Jinping mantener el poder de forma indefinida.
Bajo el mandato de Xi Jinping, China se consolidó como gran potencia mundial, que se caracteriza por una opinión independiente acerca de los problemas internacionales y la oposición a un mundo unipolar.
Rusia es un socio clave para China: las relaciones entre los dos países se están fortaleciendo, especialmente en el campo energético. Más allá de los grandes proyectos de petróleo o gas, la asociación entre Pekín y Moscú alcanza otras esferas, como las inversiones, finanzas y la alta tecnología.
La lucha contra la corrupción constituye una de las prioridades del presidente chino en política interior. Cabe mencionar que en la misma sesión plenaria, y también mediante votación secreta, fue elegido Wang Qishan como nuevo vicepresidente de China. Este funcionario trabajó hasta octubre pasado como jefe de la Comisión encargada de la lucha contra la corrupción.
La política interior de Xi Jinping se centra en el «gran renacimiento de la nación» y la lucha para lograr el sueño chino, que consta de cuatro componentes principales:
-‘China Fuerte’, lo cual supone una economía más vigorosa, una mejor diplomacia, avance científico y un Ejército más poderoso;
-‘China Civilizada’, que representa equidad, justicia y alta moral;
-‘China Armoniosa’, que implica armonía entre las clases sociales;
-‘China Hermosa’, que aspira a un medio ambiente limpio y de baja contaminación.
T/RT