Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado 8 de agosto, explicó los motivos de la operación militar contra Venezuela alegó “infundadas razones humanitarias. Este pretexto -en teoría- les permitiría obviar los principios del derecho internacional público y tratar de justificar una intervención militar en el país”.
Con estas palabras el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, alertó a los representantes de los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), reunidos en la 37ª sesión que tiene lugar este lunes en Ginebra, Suiza, sobre los planes del imperialismo en suelo patrio.
Denunció que a través de una feroz guerra mediática, atizada por la presión política y financiera que ejerce Estados Unidos sobre gobiernos de América Latina y Europa, se pretende hacer creer que en Venezuela hay una crisis humanitaria.
Esta tesis ha sido promovida mediante los informes, sin fundamento, del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Ra’ad al Hussein, los diagnósticos publicados por varios expertos de la ONU, y los anuncios de crisis de refugiados ‘venezolanos’ hechos por los gobiernos vecinos, que, a juicio del Canciller venezolano, buscan desviar la atención de los gravísimos problemas que algunos de estos países enfrentan.
“Para los gobiernos de derecha de América Latina y el Caribe, aún países con graves situaciones humanitarias internas, Venezuela y el Presidente Maduro son titulares de prensa en noticieros que convierten al país en la excusa perfecta, la cortina de humo, para desviar la atención de la opinión pública interna e internacional sobre las gravísimas problemáticas en algunos países (…)
Arreaza, al cierre de su intervención, aseguró nuevamente que todo intento por quebrantar la paz nacional será derrotado. “Nuestras instituciones y nuestro pueblo, con su conciencia ejemplarizante, sabrán mantener la paz y defender nuestra soberanía a través de la democracia como ocurrió en el año 2017”.
Escuche la intervención del Canciller Jorge Arreaza en la ONU
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