Arco Minero cuenta con más de 50 estudios de impacto ambiental

“Menos del 5 % de los más 111 mil kilómetros cuadrados que comprende el Arco Minero del Orinoco (AMO) va a ser objeto de desarrollo minero”. La emblemática voz del investigador académico José Muñóz declaró : “No es que se va a amputar el territorio nacional, como algunos dicen por allí. ¡Eso es totalmente falso! La gestión productiva minera se ha planificado solo en 23 áreas, en atención a los estudios ambientales. El AMO tiene estudios de impacto ambiental que avalan su implementación”.

“Hemos hecho más de 50 estudios de impacto socioambiental sobre el Arco Minero del Orinoco. Esta información está disponible en CVM Tecmín”, reveló.

Señaló que, fuera de las 23 áreas autorizadas por el presidente Nicolás Maduro el pasado 5 de diciembre, no se debe ejercer la minería “y, dentro de las áreas autorizadas, todo proyecto minero debe ir acompañado de estrictos estudios específicos de impacto ambiental y sociocultural”.

En una entrevista ofrecida, este viernes 23, al programa En la bulla, transmitido por RNV Informativa y radio Miraflores, el científico explicó que el Arco Minero se dibuja al norte del estado Bolívar que es el área donde históricamente, desde hace casi 200 años, se ha realizado minería en Venezuela.

“El sur no se toca. En el sur de Guayana, están las reservas naturales, las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae), las zonas sagradas ancestrales, las cuales el presidente Chávez insistió en que debemos respetar y cuidar” —afirmó Muñoz-Ospino, y dijo—: “El presidente Maduro así lo ratificó con el Plan de Ordenamiento de la Gestión Productiva en el Arco Minero del Orinoco”.

Aclaró que el objetivo de la política del Arco Minero es promover una minería racional que establezca límites de afectación al ambiente y garantice el menor impacto.

“Se trata de un desarrollo minero diferente al del modelo capitalista depredador que ha usado la minería como un modelo extractivista. Aquí lo que se busca, con el AMO, es que la minería tenga respeto al ambiente, mediante la adopción de nuevas tecnologías y el reconocimiento de las comunidades mineras y de los pueblos indígenas que tienen una sabiduría milenaria”.

El geógrafo valoró la importancia del Arco Minero de Guayana por ser “una política del Estado venezolano que viene a poner orden dentro de lo que ha sido la anarquía, la violencia y el daño ambiental acentuados en el sector minero”.

Monitoreos científicos hechos por investigadores venezolanos determinaron que la contaminación por uso de mercurio en la minería se había extendido hasta algunas zonas protegidas; “por esa razón, el Gobierno de Venezuela decretó la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, de manera que todo proyecto de desarrollo minero contemple, como condición necesaria y esencial, las dimensiones ambiental y sociocultural”.

Recordó que, cuando Chávez dibujó el Arco Minero fue, precisamente, “para preservar la biodiversidad y los cuerpos de agua de las cuencas altas de la Región Guayana”.

Muñoz-Ospino informó que CVM Tecmín ha trabajado de la mano con investigadores de la UNEG, la UDO, la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), el Centro Nacional de Tecnologías Químicas (CNTQ); “una relación que espera se fortalezca a futuro”.

Arco Minero del Orinoco es protección y soberanía

Arco Minero del Orinoco es el nombre de una zona de desarrollo estratégico, con una extensión territorial de 111 mil 843 kilómetros cuadrados, creada hace dos años por el presidente Nicolás Maduro, mediante el decreto n.° 2248.

En el acto de decreto del Plan de Ordenamiento de la Gestión Productiva en el Arco Minero del Orinoco, efectuado en Ciudad Guayana, el 5 de diciembre de 2017, el presidente Maduro fue enfático al referir: “En 300 años de historia, donde aparece el oro, aparecen el caos, los vicios, la llamada fiebre del oro; pero nosotros nos propusimos hacer una revolución ecológica y que se acabe el esclavismo en torno a la minería”.

Según los balances presentados por el ministro para Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, en las primeras 15 ediciones de En la bulla, algunos de los avances significativos del AMO son: delimitación de 23 áreas para uso minero; instalación de 16 plantas con nuevas tecnologías para sustituir el uso de mercurio; acuerdos de cooperación con universidades nacionales e internacionales para formación e investigación mineras; 46 alianzas con la pequeña minería con el objetivo de optimizar la producción de oro y reducir la violencia; consultas previas a las 197 comunidades indígenas pobladoras del AMO; creación del Fondo Social Minero que permitirá, entre otras acciones, el financiamiento de nuevas investigaciones científicas en el sector minero.

 

T/ Prensa Minería