La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el gobierno panameño y las autoridades indígenas desarrollaron en conjunto una estrategia para fortalecer los sistemas productivos de los territorios de los pueblos originarios en el país.

Según el representante de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, en la actualidad, más de 400 mil panameños padecen hambre a pesar el rápido crecimiento económico del país.

 

El ente precisó que el grupo más perjudicado por la situación son los pueblos indígenas, donde el 19 por ciento de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica, cifra que en la asciende al 30 por ciento y en la comarca Guna Yala a 55.

El funcionario explicó que ante este panorama, el presidente del país, Juan Carlos Varela, solicitó asistencia técnica al director de la FAO.

“Esta estrategia nos permitirá rescatar las dietas y alimentos tradicionales que son parte del patrimonio del país”, explicó Rogelio Cansarí, viceministro de Asuntos Indígenas de Panamá.

El proyecto desarrollado incluye cuatro ejes fundamentales: la restauración de los sistemas productivos; el impulso de un modelo de compras públicas de la agricultura familiar; la diversificación de las actividades productivas de las comarcas, y la asistencia de la población escolar indígena con altos niveles de subalimentación.

De acuerdo con las autoridades, en un inicio el programa atenderá 18 comunidades representativas de los siete pueblos indígenas del país.

 

T / TELESUR