El 16 de enero de 1986, el Papa Juan Pablo II elevó al médico, científico, profesor y filántropo venezolano, José Gregorio Hernández, de la categoría de Siervo de Dios a Venerable, un evento de gran importancia para la feligresía nacional.
Este nombramiento representa el antepenúltimo escalón en el camino a la declaratoria de santo de la iglesia Católica de este insigne venezolano, nacido en la población de Isnotú, el 26 de octubre de 1864, cuya vida estuvo dedicada al servicio de los más necesitados.
A pesar que aún no ha sido canonizado, su vida fue un testimonio de santidad, al punto que muchos venezolanos lo consideran un santo.
El interés mostrado por el Papa Francisco en la causa del Dr. José Gregorio Hernández ha avivado entre los fieles las esperanzas de su beatificación y posterior canonización. Este médico, a quien se le atribuyen numerosos milagros, se ha convertido en parte de la cultura y religiosidad del venezolano.
T/Con información de agencias
