La decisión del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel agravará la situación en Oriente, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Realmente causa preocupación la tensión que surgió en la búsqueda de una solución en el Oriente Próximo y dentro de la región tras el anuncio del presidente estadounidense», dijo Peskov, recoge este jueves Sputnik.
Peskov advirtió también que la decisión de Trump «causa una reacción bastante aguda en Ramala y en general ente los palestinos» y que Moscú expresa su preocupación al respecto.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también precisó que la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer a Jerúsalen como la capital de Israel dividirá la comunidad internacional.
La decisión de EEUU el pasado miércoles de reconocer a Jerusalén como capital de Israel provocó el rechazo de la comunidad internacional. Este jueves el movimiento palestino Hamás exhortó a iniciar una nueva rebelión contra Israel.
Pronunciamento en el Consejo de la ONU
Rusia criticará la decisión de Estados Unidos sobre Jerusalén en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU prevista para el 7 de diciembre, anunció el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Guenadi Gatílov.
Citado por Sputnli, el funcionario ruso señaló que «será la crítica de una decisión que complica la situación y no favorece el proceso negociador entre los israelíes y palestinos».
Asimimso, Rusia está dispuesta a continuar la colaboración con todos los interesados en solucionar el conflicto palestino-israelí, en particular con los integrantes del cuarteto de Oriente Próximo, comunicó el vicecanciller.
«Ahora hay que tratar por todos los medios de lograr el reinicio del proceso de negociaciones, (…) y en el marco de ese enfoque estamos dispuestos a colaborar con todos los actores involucrados directamente en la búsqueda de una solución pacífica del conflicto palestino-israelí, en particular, dentro del cuarteto», dijo el diplomático.
Rusia forma parte del cuarteto de negociadores para solucionar la crisis palestino-israelí, que incluye también a EEUU, la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas.
Cuando en 1948 se creó el Estado de Israel, la ciudad de Jerusalén, considerada sagrada tanto para musulmanes como para judíos, fue formalmente dividida en dos. La parte occidental quedaría bajo administración israelí, mientras que la parte oriental sería la capital del futuro Estado palestino.
Sin embargo, esto nunca se cumplió debido a las sucesivas guerras en Medio Oriente y desde 1967 -tras la Guerra de los Seis Días- Israel ocupó la región este.
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