El domingo 24 de septiembre en la noche, vencía el plazo del famoso “veto migratorio antimusulmán” de Trump que fue arduamente criticado por estigmatizar a países de mayoría musulmana y criminalizar a los refugiados, y fue incluso rechazado por la misma justicia estadounidense.
Tras una serie de peripecias jurídicas, la Casa Blanca logró imponer la medida y justo cuando iba a expirar, el mandatario estadounidense no solo decidió renovarla sino que incluyó a la lista de Irán, Somalia, Libia, Yemen y Siria, tres países más: Venezuela, Corea del Norte y Chad.
Esta nueva orden ejecutiva, contraria a la anterior, es “a prueba de tribunales” y de carácter indefinido. Sudán que apareció en la primera, fue removido.
Para sortear el carácter racista y discriminatorio del veto y evitar que vuelva a los tribunales, señalan los expertos que entre otras cosas se incluyó a Corea del Norte y a Venezuela. De inmediato, la gran prensa señala que la restricción es solo para “funcionarios del gobierno chavista y sus familiares”, pero realmente el alcance esta normativa afecta a cualquier ciudadano venezolano.
Como han señalado algunos especialistas en políticas migratorias, en medios no precisamente afectos al Gobierno Bolivariano, como el caso de Univisión, la redacción de la orden no es muy clara y esta ambigüedad permite interpretaciones que complican la posibilidad de migración a EEUU de cualquier venezolano independientemente de su tendencia política.
La medida refiere la necesidad de “chequeos o trámites adicionales” y eso puede afectar a quienes soliciten visa a partir del 18 de octubre.
Allí se especifica que se aplicará sobre “funcionarios de los organismos gubernamentales de Venezuela que participan en los procedimientos de investigación y selección (para visas)”. Estos son, según la Casa Blanca son: Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz; Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería; Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas; Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional y Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores. Tambipen se extiende a”familiares directos”de estos funcionarios.
Se detalla que se aplica a aquellos funcionarios y familiares que tengan visas de negocios (B-1), de turismo (B-2) y de negocios/turismo (B-1/B-2), según reseña la BBC Mundo.
Pero el documento deja abierta la posibilidad de que otros nacionales, no necesariamente funcionarios, que tengan visa a EEUU deben ser sujetos de medidas adicionales apropiadas para asegurar que la información de los viajeros se mantenga actualizada”.
En tal sentido, el excanciller de Venezuela, Roy Chaderton, consideró en recientes declaraciones “ que el veto migratorio busca redoblar la presión contra la administración del presidente Nicolás Maduro. Estas medidas hay que verlas con cuidado porque tienen como objetivo generar un proceso de desestabilización”, recalcó.
Cómo afecta la medida a los ciudadanos de a pie
El portal Cubadebate explica de este manera las consecuencias del veto migratorio para la población en cada una de las naciones mencionadas en el nuevo decreto de Trump:
Irán: Los ciudadanos que quieren estudiar podrán hacerlo pero deberán pasar controles arduos. Los demás forman parte de una amplia prohibición para viajar porque el gobierno de ese país es poco cooperativo, según oficiales de la Casa Blanca.
Venezuela: Determinados funcionarios gubernamentales y sus familias no podrán visitar el país. En el documento, el gobierno asegura que este grupo de personas en particular es “responsable de las insuficiencias identificadas” al compartir información sobre los viajeros.
Siria: Es uno de los países más afectados. Ningún sirio podrá solicitar la visa para ingresar al país.
Corea del Norte: Es una de las novedades y otro de los países más señalados por este veto, porque tal como ocurre con los sirios, los norcoreanos tampoco podrán solicitar permiso para pisar suelo estadounidense. La tensión creciente entre Washington y el régimen de Pyongyang por los ensayos nucleares fue sin dudas la razón de esta prohibición.
“El gobierno de Corea del Norte no coopera con el gobierno de Estados Unidos en ningún aspecto y no satisface los requerimientos de información compartida”, dice el decreto,
Somalia: Ya no se les permitirá emigrar a Estados Unidos, pero sí podrán visitarlo, siempre y cuando cumplan con un examen extra, de acuerdo con lo publicado por el diario The New York Times.
Chad, Libia y Yemen: La mayoría de los ciudadanos serán impedidos de emigrar o visitar el país por no contar con la capacidad técnica para identificar y localizar a sus viajeros, que en varias oportunidades están vinculados a redes terroristas en sus países.
Como puede observarse, de una otra manera, directa o indirectamente, este documento criminaliza a los pueblos, dando por sentado que las personas provenientes de los países señalados en su mayoría pueden tener antecedentes penales, vínculos con el narcotráfico o con organizaciones terroristas.
Sin dudas, razón tiene el Gobierno Bolivariano en referirse a esta nueva medida como terrorismo psicológico o político.
Que el imperialismo señale con el dedo a los nacionales de determinado Estado soberano, es una manera de estigmatizar a ese gentilicio que sin lugar a dudas “levantará sospechas” no solo si trata de entrar a EEUU, sino a la Unión Europea u otros países aliados de la Casa Blanca.
La campaña de desprestigio del gentilicio venezolano, forma parte de la Guerra No Convencional para desmoralizar a la sociedad.
La estrategia del Pentágono es que los venezolanos lleguen a sentir vergüenza de serlo, para que de esta manera no sientan la obligación de defender la soberanía de la Patria, es, tal y como lo indicó Chaderton, parte de una maniobra desestabilizadora.
T/ Modaira Rubio
