El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se dirigió este martes a la Asamblea General de la ONU, y aseguró que «le duele Venezuela: Hay lazos que no nos permiten ser indiferentes frente a su destino».
En su última participación como presidente del país neogranadino frente al ente multilateral, Santos reiteró su «preocupación» por lo que considera «la destrucción paulatina de su democracia, la persecución a la oposición política y la violación sistemática de los derechos humanos».
Agregó que reiteró el llamado al secretario general de la ONU, António Guterres, para apoyar al pueblo venezolano en la búsqueda de una solución pacífica.
Además, en el comienzo de su discurso en Nueva York, manifestó que Colombia se ha transformado positivamente. Hizo énfasis en que el proceso de paz con las Farc culminó con un acuerdo, cuya importancia es que se logran salvar «miles de vidas», por lo que señaló que la noticia, ahora, es la vida.
Tal y como lo hizo previamente Donald Trump, Santos condenó el lanzamiento de misiles balísticos y ensayos nucleares por parte de Corea del Norte, a lo que llamó «una amenaza a la paz y a la seguridad mundial».
También rechazó los atentados terroristas que han sacudido el mundo a manos de «fanáticos e intolerantes, sembrando miedo y dolor».
Sobre el flagelo de las drogas, en el que Colombia lidera la producción mundial de cocaína, dijo que es necesario llegar a consensos en asuntos centrales como el de no criminalizar a los adictos, y entender el consumo de drogas como un asunto de salud pública y no de política criminal.
T/AVN
