Este lunes, la Fiscalía de Brasil denunció ante la Corte Suprema al presidente de facto Michel Temer, por supuestos hechos de corrupción, y se convierte en el primer mandatario de este país en ser acusado por esta institución.
La denuncia, conformada por 64 páginas de prueba, fue presentada por la Fiscalía a un juez de la Corte Suprema, quien decidirá si remite o no la Cámara de Diputados, refiere EFE en una nota.
Para esto, dos tercios de la Cámara deberá a votar a favor del inicio de un juicio político.
Si se da esta situación, Temer sería apartado de su cargo por un lapso de 180 días mientras se realiza la investigación, acción similar a la realizada contra la presidenta Dilma Rousseff hace un año, impulsada sin los argumentos necesarios por el expresidente de la Cámara Eduardo Cuhna, quien condenado por la justicia de la nación suramericana a 15 años de prisión, tras declararlo culpable por hechos de corrupción y lavado de dinero.
El fiscal General de Brasil, Rodrigo Janot, denunció que Temer – quien fue absuelto por el Tribunal Supremo Electoral del país por supuestos hechos de corrupción durante la campaña de 2014– recibió entre los meses de marzo y abril un monto de 500.000 reales (150.000 dólares).
Puntualizó que «además del efectivo recibimiento del montante espurio mencionado», Temer y Rodrigo Rocha Loures, «todavía aceptaron la promesa de ventaja indebida por un montante de 38 millones de reales» (unos 11,5 millones de dólares), agrega la nota de la agencia española.
En este sentido, Temer podría enfrentar cargos por supuestos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la Justicia y asociación ilícita.
El 17 de mayo pasado se reveló un audio de los empresarios de la multinacional cárnica, que evidencian cómo el mandatario de facto compró el silencio de Cunha. Tras revelarse este audio, el Tribunal Supremo inició una investigación contra Temer, así como autorizó, el 30 de mayo, a la Policía Federal interrogar a Temer, a través de un interrogatorio por escrito, conformado por 84 preguntas. No obstante, Temer se rehusó a responder el cuestionario y solicitó «archivar» esta demanda.
T/AVN