Petróleo venezolano cerró la semana en 39,23 dólares

Foto referencial

La cesta petrolera venezolana promedió esta semana 39,23 dólares por barril, lo que representa una baja de 1,66 dólares (4,23%) con relación a los 40,89 dólares que registró la semana anterior, informó el Ministerio para el Petróleo en su reporte semanal.

Es la primera vez en el año que el crudo venezolano se cotiza por el orden de los 39 dólares por tonel. La última vez que rondó los 39 dólares fue en noviembre de 2016.

La cartera petrolera explicó que el precio internacional del crudo siguió bajando durante la semana “en medio de la preocupación por el exceso de oferta en el mercado a pesar de los recortes de producción liderados por la Opep”.

De igual forma, la cesta Opep promedió esta semana 43,73 dólares por tonel; 1,83 dólares menos que los 45,56 que promedió la semana anterior.

En el caso del West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, también experimentó una baja de 1,97 dólares y pasó de 45,51 a 43,54 dólares.

Mientras, el marcador Brent, de referencia en Europa, descendió 1,75 dólares y cerró la semana con un promedio de 46,07 dólares.

Expertos petroleros aseguran que aunque la Opep y sus otros 11 socios externos han recortado la producción en casi 1,8 millones de barriles diarios (MBD), los inventarios de crudo siguen saturados por el bombeo de otros países externos al grupo, como Estados Unidos.

El país norteamericano ha aumentado en casi 10% su producción de petróleo de esquisto y produce alrededor de 9,35 MBD, con lo que se ubica entre los tres más grandes productores del mundo después de Arabia Saudí y Rusia.

Sin embargo, diversas asociaciones y grupos ambientalistas de todo el mundo han cuestionado a los EEUU por impulsar la producción de este tipo de crudo, a pesar de su nocivo impacto ecológico.

El proceso de extracción del petróleo de esquisto se realiza alcanzando el subsuelo, con productos químicos nocivos y peligrosos, que contaminan los acuíferos y envenenan la tierra, y que puede así tener efectos potenciales en la actividad sísmica.

T/AVN