
La defensa expuesta hace dos días por el el ministro-jefe de la Abogacía General de la Unión, José Eduardo Cardozo, solicitó archivar el proceso contra la mandataria y aseguró que la denuncia presenta errores conceptuales.
En ese sentido, insistió en que la destitución de un jefe de Estado sólo procede en casos de extrema gravedad o absoluta excepcionalidad en contra de la Carta Magna.
Detalló que esto implica alguna irregularidad cometida directamente por la presidenta (de forma dolosa o deliberada).
«Cualquier tentativa de destitución que no cumpla con todos esos presupuestos es inconstitucional e ilegal y, por consiguiente, constituye un golpe de Estado», precisó Cardozo.
De igual forma, Cardozo denunció el abuso de poder cometido por Eduardo Cunha, al aceptar una solicitud de impedimento contra Rousseff.
El pueblo brasileño se ha activado en diversas movilizaciones en «defensa de la democracia», no solo en apoyo a la actual mandataria, sino al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien también se enfrenta a la posibilidad de que se le realice un juicio político por supuestos casos de corrupción.
T/RT/TeleSUR