El caso de una enfermera merideña, quien pidió, vía chat telefónico, aplicar a los pacientes heridos “chavistas” que ingresarán a la emergencia del centro de salud donde laboraba una sustancia letal, KCL (Cloruro de potasio), para causarles un infarto inmediato, es una muestra del resurgimiento del fachismo.

“El fascismo se les ha desbordado” señaló la ministra para Servicios Penitenciarios, Iris Varela, durante un foro constituyente en RNV, ocasión en la citó el caso de la bionalista que solicitó a sus colegas, por las redes sociales, infectar las bombas “puputov” con el virus de la hepatitis.

La arremetida de la derecha en contra de todas las obras de la Revolución, el sabotaje a la economía y al servicio de salud, se explica en su odio al pueblo. “¿Cuándo se imaginaba un pobre pata en el suelo vivir en la avenida Libertador? ¿cuándo se imaginaba un pobre pata en el suelo vivir en Fuerte Tiuna? ¿cuándo se imaginaba un pobre pata en el suelo vivir en un urbanismo hecho en una urbanización del este de Caracas, en Cumbre de Curumo? ¿cuándo?”, se preguntó.

 

 

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