Una multitudinaria marcha de rechazo a la candidata Keiko Fujimori a la presidencia de Perú, proyecta suspenso sobre los resultados de los comicios, cuya primera vuelta será el próximo domingo.
Aunque la movilización fue convocada por colectivos ciudadanos, principalmente juveniles, orgánicamente ajenos a los partidos, los llamados a no votar por la hija del exgobernante Alberto Fujimori (1990-2000) sonaron con fuerza durante la movilización.
La marcha se replicó en decenas de ciudades del interior y se sumaron a la distancia peruanos emigrados en diversos países de tres continentes, así como por pronunciamientos de artistas, más de 240 fotorreporteros y hasta un grupo de hinchas de un popular equipo de fútbol.
Según diversos analistas, la marcha, en la que participaron entre 50 mil y 80 mil manifestantes, según dos diarios locales, puso también un signo de interrogación sobre la viabilidad y estabilidad social de un posible gobierno de la aspirante neoliberal, habida cuenta del fuerte rechazo social que tendría que enfrentar.
La movilización evidenció además que no fue convincente el compromiso firmado en público el pasado domingo por Keiko Fujimori, de que respetara la democracia y los derechos humanos y no repetirá el autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992.
T/Prensa Latina