El Colegio Francisco de Miranda, ubicado dentro de las instalaciones de la Base Aérea La Carlota, en Caracas, fue blanco de ataques terroristas por parte de grupos de choque de la derecha nacional.
Pasadas las dos de la tarde de este miércoles, sujetos a bordo de motocicletas atacaron las instalaciones del cetro educativo con bombas molotov, piedras, botellas y hasta con balas, tal y como se puede apreciar en una de sus paredes.
Así lo dio a conocer Ramón Navarro, director del centro educativo, quien relató que previo a la acción terrorista «vimos a los sujetos que andaban en motos merodeando. Luego se escucharon ráfagas de tiros, pero no fue sino hasta esta mañana que nos dimos cuenta que había un impacto de bala».
Ventanas rotas, vidrios regados por el suelo, piedras de diversos tamaños y bombas de fabricación casera se esparcieron por las áreas del mismo parque donde niños y niñas juegan cotidianamente durante sus periodos de receso.
Debido a esta situación, detalló Navarro, se estableció con previa autorización del Ministerio de Educación, suspender este jueves las actividades y convocar una asamblea de padres y representantes con el objetivo de definir en conjunto, estrategias que permitan brindar mayor seguridad a los niños, adolescentes y comunidad en general que hace vida en este centro educativo.
En palabras del viceministro de Educación, Eduardo Hurtado, se conoció que el Ministro de Educación Elías Jaua, ha dado instrucciones para que, junto con efectivos de la Base Aérea La Carlota, se refuerce la seguridad de esta unidad educativa.
Asimismo, se ha ha puesto a disposición del colegio tres autobuses, como dispositivo para una eventual evacuación de las instalaciones.
Estos actos terroristas afectan no sólo el derecho que tienen los estudiantes a formarse, sino que también interrumpe la recreación, el desarrollo deportivo y cultural de niños, adolescentes, así como al resto de la sociedad.
Tras seis semanas de llamados casi diarios a manifestaciones se han registrado 38 personas fallecidas, 787 heridos y cuantiosas pérdidas económicas para los sectores público y privado.
T/AVN