Bajo la mirada de la imponente lámpara “La Araña” que vigila los espacios del Teatro Nacional, se presentó la obra “La Casa Grande”, de la compañía colombiana “Matacandelas”. Esta pieza narra la historia de la alza de los campesinos que debido a los maltratos de sus patrones y malas condiciones laborales por parte de la empresa extranjera “United Fruit Company”, deciden hacer una huelga y mantenerse en resistencia.
Esta muestra en escena expresó a través de cantos, una escenografía interactiva y personajes multifacéticos, la triste masacre que acabó con la vida de un número indeterminado de obreros colombianos que se negaron a continuar siendo explotados por la empresa “bananera” para la cual trabajaban.
Sin duda, una obra muy sentida por el pueblo de la hermana República colombiana, que gracias al Festival de Teatro de Caracas 2017, pudieron presenciar los espectadores en el emblemático Teatro Nacional.
Marta García, caraqueña, expresó que esta ha sido una historia fuerte pero muy bien contada. “Los actores nos han mostrado una realidad que muchos creímos conocer pero que en la realidad no conocíamos a fondo”.
Maltrato, injusticia, clasismo y abuso de poder, son parte de los temas que toca esta obra internacional, además del dominio que han tenido las trasnacionales extranjeras en países latinoamericanos, donde suelen reprimirse los derechos a los trabajadores. En esta oportunidad, Estados Unidos es el país señalado.
“La Condesa Sangrienta” tocó la crueldad de forma artística y sublime
El Teatro Municipal fue el escenario para mostrar la historia de una de las mujeres más malvadas del siglo XV. Elizabeth Bárthory de Esced, fue una condesa húngara que se caracterizó por ser acusada de la muerte de más de seiscientas jóvenes, las cuales asesinaba por placer y con la terrible excusa de que su sangre la rejuvenecía.
Aunque es una temática fuerte, la pieza teatral logró mostrar en las tablas una escenografía impecable, acompañada de luces, canciones y bailes por parte de los personajes, quienes lograron contar la historia con pocas palabras.
Deimer Cumero, afirmó que aunque conocía del tema, esta puesta en escena mostraba una manera artística y diferente de narrarla. “Me gustó el uso de la danza y como con el cuerpo expresaba más que el mismo texto”, concluyó.
El Festival de Teatro de Caracas, en su sexta edición, ha sido nuevamente una excelente iniciativa para promover la cultura nacional e internacional dirigida al pueblo venezolano.
T/Prensa Alcaldía de Caracas