La disminución de niveles de agresión en miembros de poblaciones vulnerables y mayor nivel de autocontrol, particularmente en infantes que se ven usualmente expuestos a la violencia, son algunos de los resultados más positivos que arrojó un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, sobre el impacto que genera El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en los niños y jóvenes que aprenden música.
La investigación fue presentada en un acto público, celebrado en la Sala Fedora Alemán del Centro Nacional de Acción Social por la Música, y que contó la presencia de autoridades gubernamentales y representantes del BID. El equipo responsable de compartir estas conclusiones, integrado por Carola Álvarez, Ferdinando Regalía, Suzane Dueyea, Xiomara Alemán y Marco Stampire, expresó su satisfacción por la posibilidad de confirmar la labor transformadora del programa fundado por el maestro José Antonio Abreu, hace 42 años.
Durante el acto de presentación de este estudio, realizado por el BID en casi 3 mil niños y jóvenes que ingresaron en 16 núcleos entre los años 2012 y 2014, el director ejecutivo de la Fundación Musical Simón Bolívar, Eduardo Méndez, expuso la importancia de dar a conocer los alcances del programa artístico, pedagógico y social que atiende en la actualidad a 826 mil niños y jóvenes en todo el país, y que se propone alcanzar la meta del millón para finales de este mismo año.
“Generar un cambio en la sociedad por medio de la práctica colectiva de la música es el sueño de nuestro querido maestro José Antonio Abreu, fundador de El Sistema. Hoy podemos decir que no solo ha valido la pena trabajar en el logro de ese sueño, sino que es un deber continuar esta misión, que cuenta con el apoyo del Gobierno Nacional e instituciones aliadas, como el Banco Interamericano de Desarrollo, con el cual además estamos dando respuesta a nuestras necesidades de ampliación y construcción de un edificio para profesionalizar a nuestros maestros y profesores”.
La investigación del BID fue completada tras cinco años de aplicación de una metodología de medición, certificada internacionalmente. Aunque el trabajo de campo se completó en los períodos de ingreso a los núcleos seleccionados, 2012-2013 y 2013-2014, los resultados finales fueron obtenidos luego de la sistematización de la información y la elaboración de las conclusiones alcanzadas en 2016, año en el que también fue compartida la información en la plataforma informativa del Banco Interamericano de Desarrollo y la revista médica internacional Prevention Science.
El estudio también arrojó en sus conclusiones que los niños y jóvenes que ingresaron a El Sistema mostraron vínculos sociales y mejoras en sus conexiones con la escuela y la familia; que están ganados a la cooperación entre sí y sus pares; y que lograron mayor confianza en sí mismos.
También encontramos la disminución de los niveles de agresión o toma de riesgos, con mayor énfasis en los varones; y su disposición a intervenir en actividades colectivas. Los efectos positivos también se manifestaron en los coeficientes intelectuales infantiles”, destacó Marco Stampire, durante su exposición.
Ferdinando Regalía, Jefe de la División de Protección Social y Salud del BID, destacó la importancia de mostrar los resultados del estudio, sobre una base científica, para enfrentar las críticas a la labor de El Sistema y reafirmar el valor de la inclusión social, por medio de un programa de educación artística y musical de probada trayectoria nacional e internacional.
Fortalecer la labor de los 440 núcleos, que ofrecen los 12 programas de formación musical y coral en todo el país, forma parte de la misión del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
T/FundaMusical