Este lunes, en el programa La Política en el Diván, transmitido por Venezolana de Televisión, el ministro para la Cultura, Adán Chávez, relató la vida del Comandante Hugo Chávez Frías, destacando su amor por los libros.
«Frecuente en Chávez, desde muy temprana edad, cuando tenía que hacer un obsequio, regalaba un libro. Yo interpreto que a través de esos obsequios, él mostraba el amor hacia los libros, al conocimiento, a la formación permanente».
El ministro para la Cultura reflexionó que obsequiar libros también era una manera del comandante Chávez de inducir la lectura y de mostrar la necesidad de estudiar.
«Era frecuente con todos pero sobre todo en la familia. Los diciembres, los días de cumpleaños, el obsequio de Hugo era un libro y con una dedicatoria. De allí viene la mención al morral, quizás se puede pensar ahora que fue una cosa premonitoria porque este obsequio me lo hizo Hugo en diciembre del 81».
Este regalo fue mostrado, por primera vez en vivo, durante el programa La Política en el Diván. «La letra inconfundible de Chávez. Una dedicatoria larga, dos páginas, aquí está la fecha: 24 de diciembre de 1981, de la novela País Portátil».
La dedicatoria
El ministro aprovechó la oportunidad para leer parte de la dedicatoria de su hermano Chávez. «Antes menciona el morral y dice: allí va el amor de los seres queridos, el amor grandioso e inolvidable de Mamá Rosa (…) el morral se va llenando, en él debemos llevar mucha fuerza y mucha voluntad de reserva para el 
largo y difícil camino que nos espera».
Y continuó leyendo: «cuando flaqueen nuestras propias fuerzas, debemos detenernos a un lado del arduo camino, colocar el morral sobre el suelo y comenzar a sacar de allí tantas cosas que hemos ido guardando a lo largo de los años, saldrán de allí muchas voces de aliento».
El ministro para la Cultura finalizó la dedicatoria reiterando su compromiso con el morral de Chávez: «y si por desgracia uno de los dos cae en el camino para no levantarse más, es obligación del otro acercarse a recoger el cuerpo caído y junto al morral, sangriento o no, echarlo a la espalda, retomar fuerzas y seguir avanzando por el camino largo. Al final, si es que hay final, el morral preñado parirá un país mejor como para sembrarlo».
Escuche al ministro Adán Chávez
T/RNV Web/DR
