Tras los comicios generales en Ecuador para escoger al nuevo presidente de la nación, el presidente Rafael Correa destacó que su gobierno recuperó la esperanza de todo un pueblo.
“Yo encontré una sociedad destrozada, inmovilizada, desmoralizada. Hoy, el orgullo de ser ecuatoriano se encuentra en todos los rincones de la patria y en todos los rincones del planeta donde están los migrantes. La autoestima está en pie, la esperanza se ha recuperado”, expresó Correa.
Invitó al pueblo ecuatoriano a votar con “amor, con positivismo, no con el odio y revanchismo. A votar con infinito amor, orgullosos de lo que hemos logrado juntos pero también motivados por todo lo que falta por hacer”.
Sostuvo que las elecciones “deben unirnos como país, esto debe ser una fiesta de unidad, de paz, de alegría, de positivismo, es la oportunidad del pueblo; en sus manos tiene su destino, es la oportunidad para decidir su presente y su futuro”.
Expresó sentir nostalgia pero a la vez, felicidad. “Yo estoy feliz, he hecho lo posible por servir a mi pueblo, pueden tener la seguridad que siempre hemos actuado de buena fe, hemos dejado hasta la última gota de sudor para servirle”.
Aseguró que el periodo de diez años de gestión presidencial le dejó “muchísima experiencia pero una infinita gratitud, gratitud a Dios, a la vida, a mi pueblo que permanentemente nos ha apoyado”.
Exhortó a esperar los resultados electorales: “con todo espíritu democrático, aceptemos la voluntad del pueblo ecuatoriano expresada en las urnas”.
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T/RNV Web/DR
