Cientos de habitantes de la isla de Okinawa en Japón, han acudido este lunes a una protesta contra la creación de una nueva base militar de Estados Unidos en la isla.
“No podemos perdonar al Gobierno que trata de echar durante cien años más sobre los hombros de los pobladores de la prefectura de Okinawa la carga (de las bases militares)”, ha dicho al canal de televisión NHK Susumu Inamine, alcalde de la ciudad de Nago.
El alcalde, en cuyo distrito está prevista la construcción de la nueva base, ha precisado que los pobladores ya han soportado durante 70 años esta carga.
La multitud reunida frente a la base Camp Schwab ha creado una cadena humana para impedir el ingreso de los trabajadores al lugar donde se han reiniciado las actividades de la construcción de un nuevo aeródromo de EEUU en las cercanías del poblado de Henoko.
La construcción se detuvo en 2015 debido a la resistencia de los habitantes locales, pero el Gobierno central de Tokio (capital de Japón) consiguió reiniciar las obras por medio de los tribunales. El plan incluye la reubicación de la Estación Aérea del Cuerpo de Marines (MCAS, por sus siglas en inglés) Futenma de la ciudad de Ginowan a la zona costera y menos poblada de Henoko, ambas en Okinawa.
Los pobladores han coreado consignas como: “No a la nueva base de Henoko”, y bloqueando los vehículos involucrados en el trabajo, han tratado de interrumpir las actividades de construcción, pero la intervención de la policía antidisturbios y su posterior enfrentamiento con los manifestantes lo ha impedido.
Inamine, que acababa de regresar de EEUU, a donde viajó con el gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, para impedir la reubicación de la base a Henoko, ha acusado al Gobierno central de Tokio de ignorar las demandas de la población de Okinawa.
El anterior primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, llegó al poder en 2009 con la promesa de cerrar la base de EEUU en la isla de Okinawa, profundamente odiada por la población local, pero un año después dimitió porque EEUU no le permitió cumplir su propósito.
Los residentes de la isla protestan continuamente contra la permanencia de tropas estadounidenses en su suelo. Dicen que provocan inseguridad, tanto por ingentes delitos que ha cometido el personal militar estadounidense, como por los accidentes de los aviones norteamericanos en las proximidades de sus bases aéreas.
T/LibreRed