Este martes 24 de enero 2017, se cumplen 30 años del “no hit no run” de Urbano Lugo hijo, que le dio el título a los Leones del Caracas en la temporada 1986-1987 sobre los Tiburones de La Guaira con pizarra de 4-0.
Lugo recuerda ese día como si tan solo sucedió ayer, “Bueno 30 años no, yo creo que fue el sábado pasado porque todavía me duele el brazo”, así comenzó la entrevista en el programa Territorio Deportivo de Radio Nacional de Venezuela, Urbano Lugo donde también relató lo que fue lanzar ese juego con Baudilio Díaz como receptor “Bien grato recordar esta hazaña emulando a mi padre, de que Baudilio haya sido participe en ambas hazañas, debutando con mi padre retirándose conmigo contra el mismo equipo el mismo mes, para titular que nunca ha sucedido a nivel mundial”, mencionó Urbano.
Asimismo, el expelotero relató cómo vivió el noveno inning de ese encuentro “Yo saque la cuenta Carlos “Café” Martínez, Norman Carrasco y Alfredo Pedrique, no me tocará Oswaldo Guillen, quien en ese momento era el más peligroso; se embasó “Café” por error, luego un machucon el primer out de Carrasque, Pedrique out también, luego recibo la pelota en el transcurso al montículo y pensé en no vender nada a Guillen, con dos bolas sin strikes no quise dejarle nada y gracias a la ubicación de Alfaro pudimos sacar el out para la celebración”, apuntó el expelotero.
En cuanto a la hazaña de padre e hijo que dan no hit no run en la pelota nacional “No es solamente padre e hijo, la connotación más grande es ser con el mismo cátcher, puede ser que haya otro igual pero no con un mismo cátcher, yo creo que será difícil de superar la hazaña”, señaló Lugo.
Urbano indicó que sigue trabajando por el beisbol venezolano “Seguimos trabajando, estoy de Presidente encargado de la Asociación Única de Peloteros, siempre buscando el beneficio de los jugadores, lo económico, seguridad social, que los equipos cumplan contratos y buscar mejoras tanto para ellos como para familiares”, finalizó.
Aquí la entrevista completa a Urbano Lugo hijo:
RNVDeportes/WilsonAmaya
