Hace dos décadas, en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, América Latina y el Caribe vivieron un punto de inflexión histórico. La Cumbre de las Américas fue el escenario donde voces valientes se alzaron para liderar la batalla de los pueblos, culminando en un rotundo rechazo al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Este hecho, recordado como una de las victorias más importantes de la historia reciente, fue el inicio de una lucha continental contra lo que se percibía como una amenaza de colonización acelerada.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, exaltó este aniversario rememorando que aquel día América dijo «¡NO al ALCA!». A través de sus redes sociales, el jefe de Estado destacó que esta propuesta no era más que un mecanismo diseñado para clavar las garras de la dominación económica, política y cultural, con el potencial de destruir el aparato productivo de todo el continente. Fue en ese contexto donde el Comandante Hugo Chávez, junto a Néstor Kirchner y otros líderes, encabezaron la resistencia contra el hegemón estadounidense.
Esta cumbre significó un antes y un después, un punto de quiebre en la lucha contra el neoliberalismo y el arranque para la construcción de una América libre y soberana. La intensidad de aquel momento, según resaltó el mandatario nacional, se mantiene vigente hoy con la misión de consolidar las victorias alcanzadas. Frente a los nuevos desafíos, el presidente Maduro alertó que el imperio ahora pretende imponer un nuevo modelo de neofascismo, utilizando golpes de Estado y estrategias de desestabilización en la región.
Ante estos intentos, la respuesta es contundente: «¡No podrán!». El mandatario exclamó que la fuerza del pueblo, traducida en la unión de los pueblos de América Latina y el Caribe, prevalecerá. Aquella victoria contra el ALCA demostró que sí es posible derrotar el modelo neocolonial, y hoy, esa convicción sigue viva, reafirmando el compromiso de estar prestos y luchando por la soberanía y la autodeterminación de la Patria Grande.
T/RNV
