El presidente Nicolás Maduro, calificó como un bochorno a nivel mundial, el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. Denunció la grave presencia de un submarino nuclear que apunta hacia un pueblo pacífico, violando flagrantemente el consenso regional que declara estos territorios como zonas de paz.
Aseguró que, lejos de intimidar, estas acciones solo llenan al pueblo venezolano de «indignación, rabia, nacionalismo y patriotismo». Reafirmó que el país responderá a las amenazas con la firme convicción de garantizar la paz y la seguridad nacional, resistiendo cualquier intento de sometimiento.
El mandatario criticó duramente el lenguaje utilizado por medios internacionales. Argumentó que términos como «crecen las tensiones» son eufemismos que buscan normalizar la agresión de una potencia contra una nación pacífica, comparando la situación con un «Goliat contra un David».
Asimismo, denunció que el Gobierno estadounidense se apoya en una campaña de desinformación, a la que llamó reyes de las fake news, para intentar justificar lo que considera injustificable: una escalada militar sin fundamento alguno.
El jefe de Estado detalló que este despliegue incluye ocho barcos de guerra, 1.200 misiles y un submarino nuclear cerca de aguas venezolanas. Afirmó que esta estrategia responde a un plan de «cambio de régimen» para imponer un gobierno al servicio de los intereses de la oligarquía norteamericana.
Frente a esta amenaza, destacó el apoyo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Este respaldo reafirma el compromiso regional con la defensa de la paz, la estabilidad y el desarrollo, fortaleciendo la posición venezolana y demostrando la unidad contra la militarización.
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